Desde el 21 de junio, se permiten los viajes entre países de la zona Schengen excepto Portugal, que será a partir del 1 de julio.
A partir del 1 de julio se abrirán escalonadamente las fronteras con terceros países “seguros” incluidos en una lista consensuada a nivel europeo.
Habrá tres requisitos: su situación epidemiológica tiene que ser análoga o mejor que la de la UE; se deberán cumplir ciertas condiciones sanitarias en origen, trayecto y destino; y tendrá que haber reciprocidad, es decir, esos países deberán aceptar también pasajeros procedentes de la Unión Europea.
Las restricciones desaparecerán dependiendo de factores sanitarios y de control que deberá establecer cada país.